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Factores comunes en el sector marítimo

En esta edición, nos centraremos en tres factores críticos que afectan a la seguridad marítima: fallos de comunicación, presión comercial y supervisión inadecuada. La recurrencia de estos problemas enfatiza la necesidad urgente de mejores prácticas y de una cultura de seguridad más consistente en el sector marítimo.

 

En primer lugar, una comunicación eficaz juega un rol vital en garantizar operaciones seguras. En el caso del apagón eléctrico (M2109), la falta de comunicación entre el jefe de máquinas y el puente resultó en un corte de energía accidental. Del mismo modo, los incidentes relacionados con el fallo del motor (M2117) y la información incorrecta durante el intercambio entre el capitán y el práctico (M2118) ponen de manifiesto los riesgos de una comunicación inadecuada. El incidente relacionado con dificultades en la comunicación (M2113) destaca la relevancia de la competencia en inglés marítimo para un trabajo en equipo y respuesta a emergencias eficaces.

 

En segundo lugar, la presión para satisfacer las demandas comerciales a menudo crean conflictos con las consideraciones de seguridad. Mientras muchas empresas claman que la seguridad está en lo más alto de sus prioridades, ese compromiso no se refleja de manera consistente en las exigencias comerciales que se les impone a los buques ni en el tiempo y los recursos que se les asignan.

Finalmente, una supervisión y vigilancia insuficientes pueden contribuir a prácticas no seguras. El incidente relacionado con la supervisión y evaluación del riesgo inadecuadas en la pintura del costado de un buque (M2107) ilustra claramente las peligrosas consecuencias de dar prioridad a los plazos sobre la seguridad. Además, el abordaje con un yate (M2114) subraya la importancia de mantener una vigilancia adecuada y permanecer alerta en aguas con tráfico intenso.

 

Para abordar estos problemas, el sector marítimo debe fomentar una cultura de la seguridad y una comunicación abierta. Las empresas deben invertir en formación y desarrollo continuos para garantizar la competencia en áreas críticas como la comunicación y la evaluación de riesgos. Los supervisores y oficiales deben adoptar medidas proactivas para garantizar la seguridad de su tripulación y de las operaciones, incluyendo una supervisión adecuada y el cumplimiento de los procedimientos establecidos.

Además, los organismos reguladores deben desempeñar un papel fundamental en el mantenimiento de los estándares de seguridad y en la promoción de buenas prácticas. Las inspecciones y evaluaciones periódicas pueden ayudar a identificar áreas de mejora y a responsabilizar a las empresas del mantenimiento de altos estándares de seguridad.

Resolviendo estos temas clave y abordando los cambios necesarios, el sector marítimo puede mejorar la seguridad, prevenir acidentes y salvaguardar el bienestar de tripulaciones y buques.

Hasta la próxima edición, ¡manténganse a salvo!