CHIRP recibió un reporte desde un buque en el mar. Se encontraron con un buque granelero de mediano tamaño (“handysize”) y observaron una luz en una de las grúas de carga y dos de las seis escotillas abiertas. En ese momento, dicho buque procedía a 7 kn de velocidad en una zona de tráfico intenso.
El AIS (Automatic Identifcation System) del buque daba un puerto de destino cercano. Mientras observaba las acciones del granelero, el informante notó que había cambiado el rumbo para buscar resguardo a sotavento de una isla cercana.
Era de noche y las condiciones climáticas eran de viento fuerza 3 en la escala Beaufort, con mar de fondo de 1.0 m y posibilidad de precipitaciones.
Es crucial subrayar el alto riesgo de ciertas operaciones marítimas. Abrir las tapas de las escotillas de carga y operar con las grúas en una ruta de navegación presenta un peligro significativo y se debe desaconsejar enérgicamente. Además, trabajar de noche y durante la navegación es innecesario y se debe evitar.
La decisión de buscar resguardo a sotavento de una isla, según se informa, indica que puede ser que el buque estuviera haciendo todo eso en respuesta a una emergencia.
Operar las grúas y abrir totalmente las tapas de escotilla de carga en mar abierto puede someter a las piezas de las grúas, como pasadores de sujeción, cojinetes y cables y poleas, a esfuerzos adicionales. Incluso en condiciones de poco oleaje, la posibilidad de que la sincronización de mar y oleaje pudieran causar el balanceo incontrolable de la cuchara, lo que supone una grave amenaza y el riesgo de dañar la bodega de carga, la grúa y los cables asociados.
Las tapas de las escotillas de carga están diseñadas para las operaciones en puerto o fondeaderos resguardados. Intentar abrirlas en mar abierto puede causar una daño importante a las bombas de ariete que controlan las tapas de las escotillas y potenciales problemas de desalineamiento.
En lo relativo a la navegación, el buque debe cumplir con las reglas para prevenir abordajes mientras navega. Tomar las acciones apropiadas para evitar colisiones, como cambios de rumbo, pueden causar un impacto en las fuerzas dinámicas que actuan sobre el casco del buque, la carga, las grúas y las tapas de escotilla. Asegurar el cumplimiento estricto de las directrices maestras y normativas de seguridad es esencial para mitigar riesgos y garantizar el bienestar de la tripulación y la integridad del buque.
Conciencia Situacional- Las consecuencias de llevar a cabo operaciones en la mar deben ser comprendidas. Se trata de un último recurso y requieren la intervención directa de la dirección para mitigar los riesgos.
Alertar- Si hay un desplazamiento de la carga, que afecte la estabilidad del buque, entonces se necesita ayuda de la estación de Guardacostas o Salvamento Marítimo más cercana y se debe buscar un puerto de refugio. Se debe informar a la dirección.