Un remolcador estaba en navegación cuando los compartimentos de popa empezaron a inundarse. Los tres miembros de la tripulación intentaron achicar el agua con las bombas pero sin éxito y, por tanto, abandonaron el barco. Los tres fueron rescatados y el remolcador se hundió más tarde cerca de la costa. No se informó de lesiones de los tripulantes. El barco se reflotó luego pero fue declarado pérdida total. Se detectó un episodio de contaminación en forma de un rastro de aceite en el lugar del hundimiento.
La investigación determinó que la causa probable del hundimiento fue que había escotillas en la cubierta de popa no aseguradas o abiertas, lo que resultó en la inundación de los compartimentos de popa con agua que entró desde cubierta, que condujo a la inundación progresiva de otros compartimentos a través de aberturas en los mamparos estancos. La falta de una inspección del casco y de un programa de mantenimiento por parte del propietario contribuyó a la inundación del barco.
La autoridad investigadora observó que en los últimos cinco años había investigado 5 accidentes relacionados con remolcadores cuyas cubiertas y aberturas estaban en malas condiciones – resultando en entrada de agua y, consiguientemente, hundimiento.
Para proteger el medio ambiente y a los propios buques, es una buena práctica marinera de los armadores o propietarios hacer inspecciones regulares y mantenimiento de los cascos, incluso entre varadas en dique y aparte de las inspecciones reglamentarias.
Los programas de mantenimiento efectivo e inspecciones de casco es una manera proactiva de prevenir el desgaste del acero, detectar deficiencias en el casco y en la estanqueidad, y asegurar que la corrosión se repara cuanto antes.
Ha habido algunos casos de hudimiento de remolcadores y, en varios de ellos la causa común fue el dejar abiertas las puertas estancas de cubierta. Aunque esto puede hacer más sencillo el acceso a compartimentos internos, compromete la estanqueidad del remolcador y es una práctica incorrecta e insegura. Las puertas estancas deben permanecer cerradas durante las operaciones de remolque, especialmente con mal tiempo.
Este reporte refuerza, de nuevo, la necesidad de entender las particularidades de la estabilidad de un remolcador durante las operaciones de remolque.
Un factor común en casos recientes de hundimiento de remolcadores fue dejar abiertas las puertas estancas de cubierta.
Malas prácticas locales – Los propietarios y operadores de los remolcadores deben asegurar que las puertas estancas de cubierta están cerradas durante los remolques. La formación es esencial y debe proceder de un organismo reconocido para asegurar que sea consistente. Incluso aunque las buenas prácticas se hereden en su compañía, se deberían programar cursos de actualización como parte de la cultura de la seguridad de la empresa para asegurar la continuidad de las buenas prácticas
Competencia – Las compañías de remolcadores deberían evaluar a su personal según su competencia y preparación en emergencias como parte de sus criterios para la contratación. El código ISM requiere que todos los riesgos identificados se evaluen – ¿cuándo fue la última vez que revisó la evaluación de riesgos para las operaciones de remolque?
Cultura – ¿Cuál es la cultura de formación en su empresa? ¿los conocimientos se trasmiten de manera informal entre los empleados o se proveen cursos homologados de formación impartidos por educadores expertos?