[Nota: CHIRP ha recibido este reporte de una compañía que consideró positivo compartir lo aprendido sobre seguridad. CHIRP aplaude la transparencia y su compromiso con la seguridad y da la bienvenida a reportes de otras organizaciones con ideas similares.]
Un equipo de 3 personas había sido designado para reemplazar el cable del grapín de una grúa estibada en su posición prevista en la cubierta principal. El tiempo era bueno y se habían tomado las medidas de seguridad para trabajar en altura, incluyendo cumplimentar un Permiso de Trabajo.
El trabajo empezó en la mañana y se completó en la tarde. Primero descendieron dos tripulantes del grapín. A continuación el tripulante a cargo desconecto su arnés de seguridad preparándose para el descenso. Desafortunadamente perdió pie y cayó 5 metros sobre el pasamanos de la plataforma y 1 metro más hasta la cubierta más abajo. Sufrió una herida en la cabeza y fue llevado al botiquín del barco. El capitán intentó conseguir una consulta médica por radio pero el marino murió alrededor de una hora después del accidente a causa de las heridas sufridas.
La forma, el tamaño y la posición del grapín no permitía buenos asideros ni apoyos para los pies, aunque se convino en que el tripulante percibió el riesgo como aceptable y dentro de su capacidad de control. El equipo personal para prevenir la caída disponible a bordo no era el ideal para moverse verticalmente, usar doble línea con capacidad de absorción de impacto hubiera sido más apropiado.
El SGS del buque no hacía referencia a los riesgos relativos a la operación de acceso/ descenso de un lugar de trabajo en altura y no se pudo determinar si se hizo una evaluación del riesgo de subir y bajar del grapín.
La tarea era larga y requería concentración sostenida, lo que puede provocar fatiga. Cuando finalizamos un trabajo, especialmente si es difícil o duro nuestro cerebro libera dopamina, lo que puede determinar la aparición de sentimientos positivos pero, al mismo tiempo, puede disminuir nuestra capacidad de juzgar incluso la gravedad del riesgo. Estos factores combinados convertirían el descenso en la parte más peligrosa del trabajo.
Un plan de gestión de la fatiga es útil en estas circunstancias: si una tarea se puede dividir en partes más pequeñas y se puede combinar con periodos de descanso o rotaciones de los tripulantes, se pueden proteger las capacidades de concentración y de toma de decisiones.
La compañía ha sugerido que el uso de un arnés con doble línea y capacidad de absorción de impacto hubiera sido apropiado. CHIRP está de acuerdo porque un arnés con una sola línea se tiene que desconectar al trepar, bajar o superar obstáculos y, por tanto, elimina el beneficio de llevar puesto un arnés. En este accidente, un sistema anticaída no habría funcionado porque el tripulante habría golpeado el grapín o la cubierta antes de que hubiera podido funcionar.
¿Se consideró la instalación de asideros u otros medios seguros de acceso durante el diseño del equipo? Si no, ¿por qué no? Algunos buques tienen andamios plegables que se pueden levantar alrededor de ese tipo de equipo. Ocupan un espacio mínimo en la cubierta y son relativamente baratos
Trabajo en equipo – El apoyo mutuo es esencial durante el trabajo de alto riesgo que es largo y fisicamente exigente. ¿Es este el caso a bordo de tu barco o en tu empresa? ¿Te sientes apoyado por tus colegas, o trabajáis independientemente cada uno haciendo lo suyo?
Alertar – Si ves que el desempeño de uno de los miembros del equipo decae, ¿te sientes capaz de advertirle y tomar un pequeño descanso?
Fatiga – El trabajo empezó por la mañana temprano y terminó en la tarde. En los trabajos prolongados se deben incorporar periodos de descanso regularmente y, si es necesario, la tarea se debe dividir en trabajos más pequeños que se distribuyan durante varios días. También se debe monitorizar la aparición de signos de fatiga entre los miembros del equipo. La planificación para la gestión de la fatiga debe tener estos factores en cuenta.
Adecuado para el propósito (equipo) – CHIRP recomienda el uso de arnés con dos líneas de vida (también conocidos como arneses con doble línea de seguridad) de manera que siempre se pueda tener una sujeta cuando se sube o baja una escala. Para los usuarios de un arnés provisto de sólo una línea, el ascenso o descenso de un trabajo es el momento más peligroso.