Después de extensas comunicaciones con los informantes, CHIRP planteó esas cuestiones a la administración del abanderamiento, a la persona designada en tierra (DPA) y a la aseguradora de casco y máquina.
El reporte ilustra lo lejos que algunos armadores irresponsables están dispuestos a llegar para saltarse regulaciones cuyo objetivo es proteger el medio ambiente. Esto es así porque el combustible más limpio es más caro y la compañía antepone el beneficio a la seguridad.
El incidente también sugiere que las inspecciones de la bandera y del PSC deberían revisarse para garantizar que esas conductas puedan ser detectadas. Los buques que admitan que llevan combustible que exceda el límite de 0.5% deberían ser requeridos para que demuestren cómo van a reducir los niveles de azufre, con un sistema depurador o con cualquier otro método.
El sistema de depuración de los gases del escape debería considerarse una medida temporal y, en definitiva, todos lo buques deberían convertirse en usuarios de fuel normativo bajo en azufre.